
En el marco del proceso de formación dispuesto por la Institución para el personal en instrucción, dos Guardiamarinas de la Especialidad Litoral efectúan un período de embarco en la Lancha de Servicio General 1617 “Puerto Natales”, unidad conocida como “La centinela de Última Esperanza”.
Provenientes de la Academía Politécnica Naval, repartición ubicada en Viña del Mar, las dos oficiales de la Armada de Chile se trasladaron hasta Puerto Natales presentándose a bordo el pasado 22 de abril.
Durante su período de embarco, conocerán en forma práctica parte de las labores que desarrollan los especialistas de Litoral, entre ellas tareas de navegación, control y fiscalización de tráfico marítimo, fiscalizaciones en centros de cultivos, como también labores de mantención de las Ayudas a la Navegación.
La Guardiamarina Litoral Priscila Jimenez comentó que “nos encontramos realizando un periodo de embarco profesional, conociendo las principales acciones que efectúa el oficial Litoral, teniendo contacto con Oficiales y Gente de Mar realmente preparadas para el servicio, aprendiendo de ellos”, señalando que “aca en Magallanes podemos constatar como Chile se proyecta a través del mar”.
Por su parte la Guardiamarina Litoral Valeria Becker señaló que “esta es una experiencia única, en donde uno vive a flor de piel lo que es ser un marino así como también el servicio de Litoral, navegando por los canales y uniendo a Chile por vía marítima”, afirmando que “la Tercera Zona Naval es un tremendo desafío por su geografía y meteorología para los navegantes”.
El Comandante de la LSG 1617 “Puerto Natales”, Teniente Primero Litoral Javier Alvarez comentó que “esta es una etapa muy importante para la formación de las Guardiamarinas, teniendo experiencias fundamentales en el ámbito marítimo, viviendo las inclemencias y complejidades de la zona de operación en Magallanes, lo cual sin lugar a dudas será fundamental en el desarrollo de su carrera”.
Las Guardiamarinas en el marco de su proceso de embarco profesional, recorrerán diversas rutas marítimas de la jurisdicción, realizando tareas propias de su quehacer profesional, retornando a Viña del Mar para continuar con su formación y posteriormente embarcarse en el Buque Escuela “Esmeralda” en un nuevo crucero de instrucción.